Por: Yoselin Arano
La población de la capital cruceña cuestionan la falta de gas licuado para la preparación de sus alimentos que es indispensable en cada uno de los hogares. Esto ha llegado a generar larga filas ante las puertas de las diferentes distribuidoras.
Las amas de casa se encuentran angustiadas, porque pese a sus esfuerzos por conseguir el gas no logran su objetivo. Por otra parte ellas sostienen que el producto llega a encarecerse, debido a que gastan más al transportarse ya que los taxistas abusan de su condición y les cobran más de lo debido.
En un recorrido realizado por varias agencias se pudo comprobar que el producto practicamente no está disponible. Por ejemplo, en la avenida Santos Dumont, inmediaciones del mercado Primavera los letreros solo dan cuenta de la escasez con un "no hay gas". Mientras que en el barrio Magisterio, en las tradicionales “ventas”, no hay gas ni saben cuándo repondrán el stock. Hilda Pérez, es una vendedora en este barrio y solo atina a poner una cara de desconcierto cuando se le pregunta sobre el próximo abastecimiento.
Los encargados de las diferentes distribuidoras de la Santos Dumont indican que se vendía solo dos garrafas por persona a 22,50 bs cada una. En las tiendas de barrio venden el producto a 27 y 30 Bs para sacar una ganancia extra entre 5 y 8 Bs por garrafa, según señala Carmen Surubí, quien reclama que se normalice el servicio.
No hay comentarios:
Publicar un comentario